Préstamos con aval: Cómo decidir quién debe ser su avalista
Todos necesitamos un poco de ayuda a veces, y nuestras finanzas no son diferentes en este sentido a cualquier otro aspecto de nuestras vidas. Los grandes sueños pueden requerir mucho capital para financiarse, y no siempre es prudente o práctico retrasar estas ideas hasta tener suficiente dinero en el banco.
Aquí es donde los préstamos personales resultan útiles. Para aquellos que los utilizan correctamente, son una herramienta fantástica para acelerar su situación financiera a un estado más lucrativo, y los préstamos con aval son una de las opciones más económicas y de bajo riesgo disponibles para usted.
Pero, ¿cómo elegir un avalista? He aquí algunos sabios consejos para orientar su selección…
#1: Un sólido historial de crédito
Las únicas personas que podrán actuar como avalistas son aquellas que tengan un historial crediticio positivo. Esto significa que no tiene mucho sentido que te dirijas a amigos o familiares que sepas que han sufrido desgracias financieras, aunque tengan una cuenta bancaria abultada en la actualidad. Incluso aquellos que nunca han pedido un préstamo o se han endeudado pueden no ser elegibles si no se han tomado el tiempo de crear un historial de crédito, así que asegúrese de solicitar que se les haga una comprobación de crédito antes de dirigirse a cualquier prestamista.
#2: Una situación financiera segura
Incluso los que tienen un historial crediticio positivo no siempre tienen dinero de sobra, y es importante comprobar que tu avalista tiene seguridad financiera antes de firmar en la línea de puntos. Si usted no cumple con sus pagos, dejándolo responsable, ¿tendrá suficiente dinero en el banco para cubrir su deuda sin quedarse corto? Si la respuesta es «no», la decencia común sugiere que deberías buscar a otra persona.
#3: La voluntad de ayudar
En tercer y último lugar, asegúrate de que cualquier persona que aceptes esté dispuesta a ayudarte si no puedes hacer frente a los pagos por ti mismo. A menudo, los familiares y amigos se sienten obligados a acudir en tu ayuda, pero si las cosas se tuercen, puede haber un gran malestar entre las dos partes. A menos que se muestren firmes en su deseo de ayudarte y no se queden cortos, puede ser mejor buscar a otra persona o explorar otras opciones de préstamo. Al fin y al cabo, perder a un hermano o pelearse con los amigos es un precio demasiado alto para pagar por un poco más de dinero en el banco.
Elija hoy el avalista adecuado con estos tres consejos principales.