¿Ha perdido el sentido de la orientación?
Los veinteañeros se encuentran en una situación bastante extraña en estos momentos, que además es bastante única. Hubo un tiempo en el que, al llegar a la veintena, se sabía exactamente lo que se iba a hacer a partir de ese momento. Se esperaba que fueras a la universidad, consiguieras un trabajo en ese sector, te casaras, te establecieras y tuvieras hijos. Por supuesto, esto nunca iba a ser del gusto de todo el mundo, y con el tiempo la idea de que esto era algo que se esperaba que todo el mundo hiciera empezó a desvanecerse. La gran mayoría de la gente probablemente diría que esto fue, en general, algo positivo. Al fin y al cabo, la gente tenía ahora mucha más libertad que nunca para elegir su propia dirección. El problema es que puede ser bastante difícil averiguar qué dirección quieres tomar en la vida. Si te encuentras en esa situación y sientes que has perdido el sentido de la orientación, aquí tienes algunas cosas que puedes intentar para volver a encarrilarte.
Volver a la escuela
Una de las cosas más frustrantes o difíciles es salir de la escuela o la universidad y descubrir que los puestos de trabajo que pensabas que te iban a esperar simplemente no existen. En la actualidad, muchos puestos de trabajo exigen que los candidatos tengan mucha experiencia antes de ofrecerles cualquier tipo de puesto, lo que significa que muchos licenciados se quedan sin muchas oportunidades. Una de las mejores maneras de hacer frente a esta situación es estar más cualificado. Si dejaste los estudios e intentaste entrar en el mundo laboral, puede ser una buena idea estudiar un grado para aumentar tus habilidades. Un mayor nivel de educación no sólo te hará más empleable, sino que también puede ayudarte a tener una idea más sólida de lo que quieres hacer exactamente.
Pruebe a hacer muchas cosas diferentes
La veintena es el momento de descubrir lo que quieres hacer, así que no sientas que tienes que dedicar todo tu tiempo a una cosa concreta. ¿Por qué no experimentar y explorar un poco? Prueba diferentes trabajos en distintos sectores. Desde el comercio minorista hasta el sector de los servicios, pasando por trabajos más centrados en la oficina, hay muchas cosas que puedes probar. Al probarlos todos, podrás averiguar qué te conviene y qué no. Esta es una buena manera no sólo de descubrir lo que quieres hacer, sino también de evitar que te quedes atascado en un trabajo que rápidamente descubras que odias.
Tómate un tiempo libre
Obviamente, esto no es posible para todo el mundo, pero si tienes la oportunidad, ¿por qué no te tomas un poco de tiempo libre en lugar de tratar de saltar directamente a la carrera de la rata? Viaja o haz un voluntariado. Tómate el tiempo necesario para descubrir quién eres realmente y qué quieres ahora que no tienes las presiones de los padres y de la escuela que intentan empujarte en una u otra dirección. Si te tomas un tiempo para ti mismo, es posible que acabes descubriendo un mayor sentido de lo que realmente quieres hacer con tu vida.